El lonko Facundo Jones Huala, preso político, habló en Mañana imposible desde la cárcel de Esquel. Como medida de lucha, mantiene una huelga de hambre desde hace casi dos semanas. "He tenido bastante baja de peso. En momentos me encuentro más lúcido y en momentos más descompensado, con mareos y algunos malestares físico, pero más allá de eso, como siempre, tratando de mantener alta la moral y de no salirse de la línea de los planteos filosóficos y políticos del movimiento al cual pertenezco y a la lucha de mi pueblo", afirmó Jones Huala.
"Hubo una serie de acumulación de hostigamientos, tanto -en algún momento- del Servicio Penitenciario, como del Poder Judicial y obviamente del poder político, a lo que hay que sumarle el hostigamiento que está sufriendo mi hermano Fausto y el peñi Lautaro, con respecto al caso del peñi Rafa", sostuvo en La Imposible.
"Aquí se me intentó censurar la literatura y una serie de derechos que los presos comunes tiene aquí", agregó desde la cárcel. "Es necesario pelear dentro de las cárceles por nuestros derechos políticos y culturales, tanto por ser prisioneros políticos, como por ser prisioneros políticos de origen indígena y pertenecientes a la causa propia de nuestro pueblo, estoy peleando también por que se puedan implementar protocolos carcelarios acordes a nuestras condiciones políticas y culturales. Todo esto, además, debería estar comprendido, porque el estado argentino ha suscripto a tratados internacionales".
"Tiene que ver con la conquista de derechos en la cárcel como trinchera, y en ese sentido en mi caso la trinchera es mi cuerpo, mi salud y mi palabra, por eso es que he decidido tomar esta medida de fuerza. Estoy a punto de endurecer la medida, porque no he tenido respuestas contundentes de parte de ningún organismo oficial y evidentemente tampoco hay atisbos de una solución política y se ha profundizado el hostigamiento en términos judiciales, tanto de Villanueva como de Otranto, pero si endurezco la medida voy a ir más allá, no solamente por los protocolos carcelarios. Yo estoy dispuesto a dejar mi vida acá, pero que esto pueda servir para la revolución del territorio usurpado, para poder avanzar en soluciones políticas acordes a nuestro planteo y necesidades como pueblo. Principalmente, el derecho a reconstruirnos como nación, como pueblo, a ejercer nuestra cultura, ejercer todas nuestras formas y la devolución de los territorios usurpados por las multinacionales y los grandes terratenientes aquí", agregó.